Arponeado de por vida
Los Inuit siempre lo dijeron y lo supieron: las ballenas viven el doble que los hombres. No eran, pues, los aborígenes de Alaska los que necesitaban confirmarlo, sino el resto del mundo, los que utilizan tecnologías sofisticadas y el saber de la investigación para decir que sí, que ciertas ballenas viven mucho más que nosotros: un siglo y medio, y eso es poco.
Para conquistar esta información, se han realizado toda una serie de pruebas objetivas. Por ejemplo, medir el ácido aspártico que contienen los dientes y el cristalino de las ballenas. Hace unos días los Inuit encontraron una Ballena agonizante y vieron que llevaba clavado en el ‘’cuello’’ algo muy especial, un arpón, que en su punta explosiva tenía marcada la fecha de su fabricación. El arpón procede del año 1880 y la ballena –de 15 metros de largo y 50 toneladas de peso- lo llevaba en su carne desde entonces y, por lo tanto, había sobrevivido al violento ataque del hombre durante más de un siglo, para morir más tarde (¿de vieja?).
El resto es un cálculo elemental, al menos según la explicación del biólogo Craig George: "Ese fragmento es la prueba científica de que la ballena tenía 130 años. Probablemente fue arponeada cuando tenía uno, no antes, porque los cazadores no están interesados en ejemplares más pequeños. El fragmento nos fue entregado por los Inuit".
2 comentarios
DinoDetective -
Javier -